domingo, 29 de noviembre de 2009

JEANNE DIELMAN, 23 QUAI DU COMMERCE, 1080 BRUXELLES

La mujer calla y el cuchillo guarda.
Las horas de espaldas a ti, el agua es fría en este otoño temprano.
Tu hijo no lo sabe, el velo de las piernas se rasga, se rasga.
No hay dolor, hay silencio, hay hastío.
El barniz de la madera no miente, brilla más que nunca.
No dice: à bientôt, calla, cierra la puerta, espera el siguiente.
El reloj dice que hay que partir, el cuchillo parte.
Pasan 200 minutos y estás ahí viendo una espalda.
Sintiendo una espalda.
Naan

1 comentario:

Esther dijo...

Bello.